Un recital de Cristian Eriksen catapultó ayer a Dinamarca a la Copa del Mundo al vapulear de visitante 5-1 a Irlanda, en el repechaje que definió la última plaza de Europa.
El volante de Tottenham firmó un triplete en Dublín para que los daneses asegurasen su quinta participación en un mundial y el primero desde Sudáfrica 2010.
Pero la réplica danesa fue fulminante, volteando el marcador en un lapso de tres minutos a la media hora de partido.
El primer tanto de Eriksen llegó a los 32 tras un contragolpe de brillante ejecución. Eriksen aumentó a los 63 para acabar de sentenciar la serie y luego rubricó su "hat-trick" al convertir a los 74, completando una cosecha personal de 11 goles en la eliminatoria.